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fisiognomía

lo que eres se refleja en tu rostro

 

Este tipo de lectura facial tiene sus raíces en la antiguedad. El término se deriva de las palabras griegas Physis (Naturaleza) y Gnomon (Intérprete o Juez). La fisiognomía es por tanto, la lectura o interpretación de la apariencia física de una persona, especialmente la del rostro.

Esta práctica era muy estimada por los filósofos griegos, pero su práctica decayó en la Edad Media, cuando comenzó a ser asociada a adivinos y saltimbanquis. Más tarde fue recuperada y popularizada por Johann Kaspar Lavater, antes de desaparecer nuevamente poco antes del siglo XX.

Esta disciplina, en particular la pregonada por Carl Huter (1861-1912), se basa en la opinión de que en virtud de las características físicas y sobre todo faciales es posible extraer conclusiones acerca de la naturaleza y el carácter de una persona.

 

Alrededor del mundo se está evaluando nuevamente lo que puede ser visto en el semblante de una persona, investigando su alcance, incluso para tener una idea muy aproximada, no solamente sobre la personalidad, sino incluso sobre su destino.

En un estudio reciente, se descubrió que varios estudiantes podían clasificar, con gran precisión, fotografías de personas reales de acuerdo a su orientación política.

 

Investigaciones recientes señalan que los rostros de las personas pueden indicar con bastante precisión rasgos como la integridad, la tendencia al dominio social o incluso hacia la agresividad. Al parecer, esta última característica puede estar determinada por los niveles de testosterona durante la pubertad, que afectan directamente la proporción entre la altura y la anchura de la cara.

Mientras que los rasgos faciales proporcionan información acerca de la personalidad, las expresiones faciales y los gestos revelan mucho más sobre el estado emocional del individuo.

Consulta cómo puedes usar la Fisiognomía en la sección Aplicaciones.